Se llama aerosol o grafiti (palabra plural tomada del italiano graffiti, graffire, a su vez del latín scariphare, es decir, "incidir con el scariphus", el estilo o punzón con que escribían los antiguos en las tablillas[1] [2] ) o pintada a varias formas de inscripción o pintura, generalmente sobre mobiliario urbano. La Real Academia Española define como «grafito» una pintada particular, y su plural correspondiente es "grafitos", aunque esta palabra es específica de las inscripciones arqueológicas.[3]
Su origen son las inscripciones que han quedado en paredes desde los tiempos del Imperio romano, especialmente las que son de carácter satírico o crítico
En el lenguaje común, el grafiti es el resultado de pintar textos abstractos en las paredes de manera libre, creativa e ilimitada con fines de expresión y divulgación donde su esencia es cambiar y evolucionar buscando ser un atractivo visual y con un alto impacto, como parte de un movimiento urbano revolucionario y rebelde; por lo tanto, una pintada política no se considera un grafiti como tal. El grafiti se realiza de manera espontánea, veloz, en lugares públicos, y en algunas ocasiones se mantiene el anonimato.
El aerosol, además, es catalogado como uno de los cuatro elementos básicos de la cultura hip hop
Entre los romanos estaba muy extendida la costumbre de la escritura ocasional sobre muros y columnas, esgrafiada y pintada, y se han encontrado múltiples inscripciones en latín vulgar: consignas políticas, insultos, declaraciones de amor, etcétera, junto a un amplio repertorio de caricaturas y dibujos en lugares menos afectados por la erosión, como en cuevas-santuario, en muros enterrados, en las catacumbas de Roma o en las ruinas de Pompeya y Herculano, donde quedaron protegidos por la ceniza volcánica. De época moderna se conocen también ejemplos, hechos por marineros y piratas que en sus viajes, al pisar tierra, dejaban sus iniciales o sus seudónimos marcados sobre las piedras o grutas, quemando un trozo de corcho.
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